JESSE DAYTON
APERTURA/DOORS 20:00 H. – CONCIERTO/SHOW 20:30 H.
JESSE DAYTON imprime su personal sello de blues texano en su nuevo álbum The hard way blues, producido por Shooter Jennings. El disco debutó en el número 2 de las listas de blues de Billboard, solo por detrás del monstruoso álbum de versiones de Slash, Orgy of the damned. Todo un logro para este nativo de Beaumont, con una carrera ya de varias décadas a las espaldas en las que ha mostrado su versatilidad como compositor, virtuoso de la guitarra, frontman, músico de acompañamiento, productor, y guerrero nato de la carretera.
Desde sus inicios con los Road Kings, donde mezclaba rockabilly y country con la energía del punk-rock, Dayton ha sido un pionero de innovador estilo, que le han llevado a colaborar y ser reclamado por multitud de leyendas, como los iconos del country Willie Nelson, Waylon Jennings, Johnny Cash y Glenn Campbell, tótems rockeros como el bajista de Guns N’ Roses Duff McKagan, el que fuera líder de los Misfits, Glenn Danzig, o el referente del rock teatral y cine de terror Rob Zombie, y más recientemente, la sensación del blues rock Samantha Fish, cuyo álbum conjunto Death wish blues les supuso una nominación a los Grammy. Todo esto sin descuidar su carrera solista, que le han valido una sólida reputación como un hombre del renacimiento en la escena del rock de raíces, incluyendo sus colaboraciones con Brandi Carlile y Tanya Tucker.
En The hard way da rienda suelda a su sonido outlaw marca de la casa, de alto octanaje, poderosa guitarra, músculo rockabilly, groove country y dinámica electricidad punk rock. Dayton suena en ocasiones como Freddie King y otras como Jimmy Page, herencia de su infancia en el sureste de Texas, absorbiendo influencias de las diversas escenas locales, del rock gótico al punk, el blues o el country retro. Aunque realmente, The hard way es un disco de puro rock and roll en la tradición de los 70 y del más crudo blues de Texas, sin renunciar a la melodía americana. En cierta manera es la continuación del éxito de su trabajo con Samantha Fish, un disco que le llevó a tocar antes numerosas audiencias a lo largo y ancho del mundo, demostrando el carisma que ya había hecho de él un héroe de culto como artesano del country y rompedor de normas en el terreno del blues rock grasiento. The hard way es tanto una victoria como un renacimiento.